La poinsettia roja es la más clásica, pero esta navidad apostamos con fuerza por las princetties, muy parecida a la poinsettia, de color pastel con tonos salmón, amarilla, rosadas, calabaza, canela y xispejades. Sus hojas crecen de manera más compacta, es más resistente al frío que las poinsettia.
Este nuevo abanico cromático viene acompañado de una gran variedad de tamaños y formas para todos los gustos: minis, estándar, en forma de árbol, de bola e incluso de colgar. Esta planta decorativa de interior es ideal para los días más fríos del año.
Como cuidarlas?
Cada año, en cada hogar, una Ponsettia o princettia decora una mesa, una estancia o rincón. Pero ¿cómo podemos cuidarla para que nos dure de año a año?
Cuando compramos esta planta, normalmente la encontramos parcialmente envuelta con plástico para proteger sus hojas. Lo primero que hay que hacer para cuidarla es sacarla de la bolsa, para mejorar la ventilación y así evitar la caída de hojas.
Lugar: Luz natural, pero no sol directo. Debe estar en un lugar bien iluminado y alejada de fuentes de calor artificial, como radiadores, estufas y chimeneas. No les gusta tampoco la corriente de aire.
Riego: necesita un riego moderado, evitando siempre mojar las hojas y flores, por lo que se recomienda el riego por inmersión, que consiste en colocar la planta en un plato con agua natural durante 15 minutos y dejar que escurra el agua sobrante . Si regamos de forma normal hay que vaciar el plato de recogida del agua sobrante después de cada riego, ya que un exceso de agua puede pudrir las raíces.
Poda: cuando la planta se haya quedado sin hojas, normalmente hacia finales de enero o febrero, hay que cortar los tallos a 10 cm y sellar la herida con cera de vela. Se recomienda utilizar guantes ya que su sabía es irritante.
Trasplante: en primavera, podemos trasplantar la poinsettia una torreta más grande y renovar el sustrato con un sustrato universal de calidad.